
Vida en Santidad
Los Santos son apóstoles, elegidos por Dios para ser guías espirituales y ejemplos vida para su pueblo. A los Santos los veneramos (no los adoramos) y les pedimos su intersección para ayudarnos a alcanzar las gracias que les pedimos a Dios.Mas que pedirles, debemos imitarles primero y su intersección vendrá “por añadidura”.
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Pedir primero, para luego de recibir creer en el mensaje, es la forma en que muchos nos queremos acercar a los santos, a las Iglesias y a Dios mismo. Eso NO funciona, al menos no en la inmensa mayoría de los casos.
Los santos no nacen, se hacen cuando deciden aceptar el llamado del Señor, para ayudarle a pastorear su rebaño y encontrar las ovejas perdidas. La única excepción a esta regla es Nuestro Señor Jesucristo, que si nació santo y aun así llevó a cabo su misión de pastoreo como humano, hasta entregar su vida, y de qué forma, por sus ovejas.
Busquemos a Dios, aceptemos su mensaje de Amor, por cualquier vía que Él nos los muestre y aceptemos con alegría y humildad el plan que Él tiene para nosotros.
Santa Mónica, madre de S. Agustín, obispo
Madre solícita y atenta, su mayor preocupación fue Agustín, el «hijo de tantas lágrimas», de corazón inquieto; ambicioso retórico que, en la búsqueda de la verdad, se aleja de la fe católica y vaga de una filosofía a otra. Mónica no deja de rezar por él y sigue todas las vicisitudes de su vida, intentando estar cerca de él. Por ello se traslada a Cartago y luego a Italia, cuando su hijo, docente de retórica, en la cumbre de su carrera, se va a vivir a Milán. Su afecto materno y sus oraciones acompañan la conversión de Agustín, que después de recibir el bautismo de manos del obispo Ambrosio, decidió volver a Tagaste para dar vida a una comunidad de siervos de Dios
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“Una sola cosa había por la que deseaba detenerme un poco en esta vida, y era verte cristiano católico antes de morir. Superabundantemente me ha concedido esto mi Dios, puesto que, despreciada la felicidad terrena, te veo siervo suyo.”
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Santa Rosa de Lima
Nació en Lima, Perú, en 1586 (año de la aparición de la Virgen en Chinquinquirá) fue la primera mujer americana declarada santa por la Iglesia Católica. Cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demostaba su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador. Tenía 31 años.
Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias. No las vamos a describir todas aquí porque muchas de ellas no son para imitar. Pero sí tenemos que decir que lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida, los males que mas arropan la juventud de hoy*
*ACI Prensa (Biografía de Santa Rosa de Lima (aciprensa.com))
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"La cruz es la unica y verdadera escalera para llegar al Cielo. Sin, cruz, nadie encontrará el camino al cielo."
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"Puedes aumentar Señor mis sufrimientos, con tal que aumentes mi amor por ti."
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"Si ustedes supieran lo hermosa que es un alma sin pecado, estarían dispuestos a sufrir cualquier martirio con tal de mantener el alma en gracia de Dios"